29 | 03 | 2024

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Tesis III

Las tareas y objetivos del Frente de la Juventud Comunista (FJC)

 

Aprobada por el III Congreso del Frente de la Juventud Comunista

Introducción

1. Camaradas, concluido el VI Congreso del Partido Comunista de México (PCM), que se llevó a cabo en agosto de 2018, quedó establecido como tarea que la militancia se funda o vincule permanentemente con las masas; que, dado que el PCM, desde que concluyó su proceso de reorganización (que se realizó en noviembre de 1994), cuenta con las bases ideológicas, políticas y programática consolidadas, tiene la capacidad y el deber de arrojarse con mayor decisión al trabajo con la clase obrera y los sectores populares”. Derivado de ello, las tareas y objetivos de la Juventud Comunista para el próximo periodo deben ser: 1) Convertirnos en una organización grande y numerosa de jóvenes, consolidándonos como la cantera de cuadros del PCM, garantizando la formación de jóvenes comunistas que en algún momento puedan sumarse a las filas del Partido y aseguren sus próximas generaciones de cuadros. 2) Plantear soluciones a los problemas de fondo que aquejan a la juventud. 3) Convertirnos en la organización juvenil política de vanguardia que la juventud proletaria en nuestro país tenga como referente de ser una organización capaz de conquistar victorias concretas de carácter económico y político que beneficien a la juventud. 4) Convertirnos en una organización capaz de conducir a la juventud proletaria a la revolución socialista-comunista.

Lo anterior implica que la militancia se comprometa a: organizar y construir un movimiento de la juventud obrera, de los desempleados, de los jóvenes precarizados; a organizar y dirigir masivamente a los estudiantes proletarios, a los rechazados de las universidades, a los que a falta de recursos tienen que abandonar sus estudios; a organizar y dirigir a la juventud criminalizada y carente de oportunidades (educación, cultura, deporte, recreación) en los barrios populares; así como a orientar y dirigir otras expresiones o movimientos de la juventud que hoy en día se llevan a cabo pero que carecen de una crítica aguda y correcta contra el capitalismo, por ejemplo: el Normalismo Rural, los movimientos medioambientales, los movimientos de las mujeres proletarias cooptadas por el feminismo pequeñoburgués, etc.

El significado del I y II Congreso de la FJC.

2. Es necesario valorar el significado y la importancia que han tenido los dos anteriores Congresos con el objetivo de situarnos meridianamente en el momento en el que nos encontramos, saber qué características y cualidades hemos conquistado como organización y poner en perspectiva las características que hay que apuntalar, así como las tareas que nos quedan por delante.

El mérito de los anteriores Congresos es haber logrado lo siguiente:

  • Producto del IV, V y VI Congresos del PCM, la Juventud Comunista ha conquistado claridad y certeza en el sostenimiento de una política clasista, de estar bien pertrechada ideológicamente en la ciencia del marxismo-leninismo para hacer frente al diversionismo ideológico, así como de tener una posición programática que pone como objetivo estratégico la lucha por la construcción inmediata del socialismo-comunismo en nuestro país mediante el derrocamiento de la burguesía. Gracias a nuestro Partido se ha emprendido una lucha tenaz por responder a aquellos que siguen sosteniendo una política reformista, quienes argumentan que en México lo que corresponde es la lucha por la democracia y reniegan la necesidad inmediata del socialismo; además, consideran que es necesario establecer alianzas con determinados sectores progresistas de la burguesía, que es obligatorio desarrollar las etapas intermedias o vías nacionales hacia el socialismo, entre otras cosas.
  • Afirmar la necesaria existencia de la Juventud Comunista como la principal cantera de cuadros del Partido Comunista y sección especializada del mismo para la intervención política entre la juventud obrera y de los sectores populares; lo anterior, como producto de superar la idea errónea de que el relacionamiento entre el Partido y la Juventud correspondía al de dos organizaciones hermanas, como también de dejar atrás la idea equivocada de que la Juventud Comunista debía de ser la organización de choque del Partido.
  • Al ser considerados como la principal cantera de cuadros del PCM y sección especializada del mismo, se ha venido trabajando con los camaradas del Partido para que toda la organización tome conciencia de que la Juventud Comunista es una parte importante de la vida y del proyecto organizativo y político del PCM, pues básicamente somos los futuros cuadros políticos que fortalecerán las filas del Partido Comunista, pero que previamente cursamos un periodo de formación en las filas de la Juventud Comunista.

3. En este momento, la Juventud Comunista está entrelazada al Partido en un nivel más avanzado de relacionamiento que anterior al IV Congreso del PCM no existía. En la actualidad, la Juventud Comunista participa con una delegación en los Congresos Nacionales del Partido; el Partido convoca a militantes de la Juventud Comunista a sus Escuelas Nacionales de Formación Política; el Partido acompaña y orienta a la Juventud en sus Congresos Nacionales, Plenos del Consejo Central y organismos de la estructura intermedia, etcétera. Aunque tenemos una autonomía organizativa, reconocemos y asumimos las orientaciones tácticas y estratégicas que el Partido Comunista nos brinda.

 

El lugar que ocupa el III Congreso del FJC.

4. El I y II Congreso de la Juventud Comunista consistió en hacer palpable y vigente la necesidad de la existencia de una organización juvenil para el Partido Comunista. El desarrollo político e ideológico con el que arribamos a este III Congreso es el de haber conquistado las bases políticas, ideológicas y programática suficientes para dar las batallas por el socialismo-comunismo. Lo anterior no significa que debemos confiarnos y relajar la formación ideológica y el criterio clasista que hemos alcanzado, significa que el siguiente paso es crucial para la existencia de la Juventud Comunista; es decir, corresponde ahora el foguearnos aún más con las masas, organizarlas y dirigirlas.

5. Para el periodo al que deseamos arribar debemos sintetizar los aprendizajes y las experiencias de luchas que tuvimos entre el I y II Congreso de la Juventud Comunista. Ahora debemos promover y difundir entre la juventud el programa político de la revolución socialista (el programa del PCM), además de buscar enrolarnos en las luchas permanentes y cotidianas de la juventud proletaria. Lo anterior significa que aspiramos a que nuestra organización sea conocida por miles de jóvenes, lo que nos dará la oportunidad de reclutar a una mayor cantidad de militantes. Teniendo como base lo conquistado por el I y II Congresos, el III Congreso de la Juventud Comunista viene a ser la pauta para dar el siguiente paso en materia política y organizativa, el cual se sintetiza en crecer numéricamente a través de un arduo trabajo entre la masa proletaria y los sectores populares.

6. Este III Congreso se plantea como objetivo el que cada uno de nuestros militantes se coloquen en la senda del trabajo político sistemático en sus centros de trabajo, centros de estudio y barrios para convertir a la Juventud Comunista en la organización política de vanguardia de la juventud proletaria mexicana, y sea identificada como la organización que agrupa a los jóvenes más decididos y comprometidos con llevar a cabo un cambio radical en la sociedad. Esta tarea no se cumplirá de la noche a la mañana, pero requerimos sentar las bases políticas y organizativas con el objetivo de convertirnos en el referente para la juventud proletaria de nuestro país. Los militantes deberán emprender las batallas de carácter económico y pasar rápidamente a las batallas políticas:

  • En los centros de trabajo: la militancia deberá formar organizaciones sindicales, partiendo de lo más sencillo e inmediato (cajas de ahorro, libre asociación, etc.) para luego ir elevando las demandas y las formas organizativas (corrientes, secciones, sindicatos). Luchar por la eliminación de las precarias condiciones laborales: eliminar el outsourcing, la flexibilidad laboral, echar abajo el actual sistema de pensiones, recuperar el derecho a la jubilación, etc.
  • En los centros de estudio: la militancia deberá fundar organizaciones de base sólidas, de masas, con carácter clasista, con proclamas que impulsen la lucha por la educación pública, gratuita, científica e integral, apta para el desarrollo educativo, al servicio del pueblo trabajador y ligada al trabajo.

 

  • En los barrios populares: la militancia deberá luchar para mejorar los servicios públicos (luz, agua, alcantarillado, pavimentación, recolección de basura, etc.) y las condiciones de acceso de la clase trabajadora a la cultura, la educación, el deporte y la recreación. En este frente de lucha le corresponderá crear una base que respalde el movimiento obrero de los corredores o ciudades industriales.

7. Lo que aquí se plantea es que en los 3 frentes referidos ya tenemos una experiencia previa, hay condiciones, antecedentes y experiencias favorables para levantar el trabajo de forma inmediata. Para el próximo periodo, la dirección política de la Juventud Comunista deberá dar seguimiento e impulso al avance de la organización en otros frentes de lucha, tales como: el Normalismo Rural, el movimiento medioambiental, el movimiento de las mujeres proletarias, la juventud de las zonas rurales y semi rurales, etc. Aunque hay nuevos frentes en los que deseamos participar, nuestro trabajo de masas debe partir y estar asentado en el frente en que se encuentre cada camarada.

8. La militancia de la Juventud Comunista debe trabajar arduamente para que, en el trabajo gris y cotidiano del día a día sean reconocidos por sus compañeros de centro de trabajo, de estudio y del barrio como los jóvenes más decididos, más arrojados, en los que las masas trabajadoras pueden depositar su confianza porque encarnan los intereses de los oprimidos y porque son capaces de orientarlos para asestar las victorias económicas y políticas del presente y del futuro.

9. El siguiente periodo deberá traer como resultado el que los militantes intervengan entre las masas para hacer surgir los organismos donde la juventud se agrupe, organice y defienda de las medidas anti-populares y demagógicas del actual gobierno socialdemócrata. Se deberán impulsar los tipos de organización que podamos desarrollar de acuerdo a la realidad concreta de la lucha de clases; es decir, buscar que todo joven se organice desde el nivel más sencillo hasta el más complejo (asociativo, de base, sindical y militante).

10. La militancia deberá desplegar una política de agitación mayor, mediante el desarrollo de sus capacidades para llevarlo a cabo, lo que les permitirá resolver los problemas que se les presenten en el terreno. Deberán continuarse los esfuerzos de la dirección política de la Juventud Comunista para ofrecer a los militantes talleres de agitación, así como para facilitarles la adquisición de conocimientos jurídicos y prácticos acordes para alcanzar nuestros objetivos. Estos talleres podrán llevarse a cabo en los campamentos regionales y nacionales, así como en las escuelas de cuadros. El estudio y la práctica serán útiles para arribar a conclusiones y síntesis de experiencias de trabajo político vividas en otras regiones, ya que servirán para que el conjunto de la Juventud Comunista adquiera conocimientos y los aplique para alcanzar más rápido sus objetivos.

11. La Juventud Comunista deberá crear organismos con gran dinamismo organizativo, que respondan a los intereses inmediatos de la juventud: defender los pocos derechos que todavía tenemos, mejorarlos y luchar por nuevas victorias; al mismo tiempo, trabajar para fortalecer la conciencia política de la juventud en la lucha contra el derrocamiento del capitalismo, por la construcción del mundo socialista-comunista. Para ello, debemos recurrir y emplear todos los recursos materiales, políticos y resquicios legales que estén a nuestro alcance, lo que nos permitirá avanzar en la conquista de los objetivos antes enunciados.

12. En los 3 años que restan al gobierno socialdemócrata de Andrés Manuel López Obrador, debemos hacer el esfuerzo por levantar un movimiento juvenil opositor a su política; un movimiento que se oponga y luche: contra la militarización del país, por el retiro del ejército en las calles y su regreso a los cuarteles, contra la existencia del outsourcing[1] y la flexibilidad laboral, etc. Asimismo, debemos impulsar movilizaciones estudiantiles que cuestionen y denuncien los duros golpes que se han recibido en materia de recortes al presupuesto destinado a la educación, a la ciencia y a la tecnología. De cumplirse lo anterior, la Juventud Comunista tendrá en torno suyo a miles de jóvenes que, sin ser comunistas, serán jóvenes dispuestos a: movilizarse y defenderse de los abusos de la patronal, enfrentarse a los retrocesos en materia educativa, luchar por mejorar sus condiciones de vida en el barrio, etc. Entre esa amplia masa de jóvenes deberemos buscar a los más decididos, más comprometidos y a aquellos que poseen mayores aspiraciones políticas para que formen parte de las filas de la Juventud Comunista.

13. Para lograr lo antes señalado, es necesario superar por medio del trabajo arduo y cotidiano con las masas las prácticas y comportamientos del último periodo, para conquistar las siguientes características y cualidades:

  • Un militante, un dirigente. Nuestros militantes deberán trabajar para que, por medio de la agitación y organización en sus centros de trabajo, de estudio o vivienda sean dirigentes de las masas de dichos frentes de lucha. Debemos alentar y exhortar a nuestros camaradas para que sean responsables, metódicos y organicen mejor su tiempo para cumplir con dos labores: la vida orgánica y la actividad con las masas. Debemos dejar atrás la militancia de “comodidado de “fines de semana, en la que se prioriza la asistencia a reuniones de Núcleo y la asistencia a algunas actividades centrales, dejando de lado la actividad con las masas en el lugar donde el militante pasa la mayor parte de su tiempo: en el centro de estudio, centro de trabajo o en el barrio.

Es necesario romper con la dinámica del militante-activista que presume estar en “todas” las luchas, pero que nunca consolida un trabajo político estable y duradero en un frente de lucha determinado. Debe volverse una realidad el que cada militante realice actividad de agitación, propaganda y organización en el lugar donde se encuentra. Lugar que pise el militante, lugar que debe ser una trinchera de lucha. Existen militantes que, siendo estudiantes, reniegan de realizar trabajo político en su centro de estudio por querer agitar a la clase obrera a puerta de fábrica; o bien, camaradas que estudian y trabajan, por lo que se excusan de no poder organizar a sus compañeros de centro de trabajo. Esa práctica debe terminar.

Cada militante debe integrarse a una organización de masas (consejo estudiantil, sociedad de alumnos, sindicato, asociación de colonos, club deportivo, organización cultural, etc.). Lo anterior le ayudará a eliminar sus inseguridades, aprender a expresarse adecuadamente y defender sus posturas sin caer en el sectarismo. Esto es debido a que el camarada se verá obligado a relacionarse con personas que no son comunistas, pero con las que estará obligado a realizar trabajo político.

  • Un militante en el Núcleo. Todo militante debe pertenecer y organizarse en un Núcleo. Eso es algo fundamental y es irrenunciable. En este organismo de base, los militantes deben pagar sus cuotas, estudiar el marxismo-leninismo de forma colectiva, discutir y resolver la forma de intervención en el trabajo político cotidiano, atender a los jóvenes interesados en pertenecer a las filas de la organización, etc. Es en el Núcleo donde el militante debe aprender el funcionamiento de la organización leninista, y cuando las condiciones políticas lo ameriten, el Núcleo deberá dividirse y crear otro organismo.
  • Un militante, una tarea. Se debe trabajar para que todo camarada del FJC esté integrado en un Núcleo, y si no lo está, se deberán tomar medidas al respecto; por ejemplo: en los casos en los que un militante esté solo, se le impulsará a trabajar en actividades que sirvan como formas embrionarias de un Núcleo, como la formación de círculos de estudio, cine debates, lecturas colectivas del periódico de la organización, charlas sobre temas de interés político, etc. Estas actividades se deberán efectuar con amigos, compañeros de trabajo o personas cercanas para que, paulatinamente, se animen a realizar otras actividades prácticas: pegar carteles, repartir volantes, convocar a una protesta por una demanda o problemática en particular (el repudio a un suceso de represión, solidaridad con alguna problemática padecida por trabajadores, solidaridad internacional con determinado pueblo u organización, etc.), entre otras actividades; de modo que, eventualmente, se les pueda invitar a formar parte del FJC y con ello pueda llevarse a cabo la creación de un Núcleo.

Las perspectivas del trabajo de los comunistas entre las masas.

14. El trabajo de la Juventud Comunista entre las masas traerá consigo importantes cambios en nuestra vida orgánica. Hasta antes del estallido de la pandemia de COVID-19, la FJC había comenzado a dar los primeros pasos en la intervención con las masas[2] y paulatinamente, a pasos muy lentos, estábamos pasando de tener reuniones donde eran abordados exclusivamente cuestiones de la vida interna (realización de escuelas de formación política, campamentos, sesiones de estudio, regularización de cuotas, sanciones a militantes, etcétera) a pasar a sostener reuniones de discusión política y de toma de decisiones respecto a la intervención de los comunistas entre las masas. Este escenario debe seguir adelante.

15. Para el próximo periodo debemos lograr que todos los Núcleos y los organismos de dirección intermedia y de la dirección nacional de la Juventud Comunista desahoguen rápidamente los temas de la vida interna y otorguen mayor prioridad a las discusiones de orden político sobre los temas que tienen que ver con la intervención de la Juventud Comunista entre las masas y el desarrollo de la política del día a día de la lucha de clases.

16. Para el próximo periodo debemos fortalecer lo siguiente:

a) La vigilancia de la compartimentación de la información. Nadie debe saber más de lo que le corresponde.

b) La reiteración de que el funcionamiento de nuestra organización es vertical (comunicación de órganos superiores a órganos inferiores y viceversa).

c) La insistencia en que los órganos inferiores del FJC se subordinan a los superiores.

d)La reiteración de que la minoría se supedita a la mayoría.

e)Que la militancia ejerza la crítica y autocrítica directa y expedita, ya sea a otros camaradas o a los órganos de dirección.

f) Que la militancia comprenda que todos los militantes deben ser tratados iguales y que tienen las mismas obligaciones y derechos.

g) Que los militantes se atrevan a expresar sus opiniones, preocupaciones y contribuciones políticas a través de los organismos donde militan o participan.

h) El carácter colectivo de dirección, combatiendo métodos unipersonales, caudillistas y/o autoritarios. La dirección colectiva se apoya en la iniciativa y capacidad creadora de los cuadros y militantes.

17. A mayor trabajo político de la militancia entre las masas, mayor será el número de jóvenes que se acerquen a nuestras filas. Lo anterior provocará que en las agendas políticas de los organismos políticos de nuestra organización deberán ser resueltas consignas políticas, discusiones de orden táctico, agitativo y propagandístico, etc.

18. Estamos convencidos de que el trabajo entre las masas obligará a los militantes a pulir significativamente sus características personales y a identificar mejor cuáles son sus errores; y al calor de la lucha, los obligará a ponderar las características positivas de lo que tiene que ser un dirigente comunista. El trabajo concreto y cotidiano obligará a romper con egos, soberbia y ciertas incomprensiones de algunos camaradas. Con la decidida intervención entre las masas, el estudio y la correcta comprensión del marxismo-leninismo, el reforzamiento de la vigilancia revolucionaria, la aplicación correcta de los principios y normas del Centralismo Democrático, y de la práctica revolucionaria constante y continua es como habremos de avanzar en el perfeccionamiento de nuestro funcionamiento interno y de nuestra intervención con las masas.

 

De los frentes de intervención

Juventud trabajadora.

19. Como primer paso, corresponde que todos los camaradas que laboren y perciban un salario asuman la responsabilidad de desarrollar este trabajo político. Un comunista en un centro de trabajo está obligado a organizar a sus compañeros, para ello la Juventud Comunista deberá facilitarles a sus militantes:

  • Cursar de forma permanente e intensiva el Programa de Formación Sindical de la Coordinadora Sindical Unitaria de México (CSUM).
  • Los elementos jurídicos básicos (conocimiento de la Ley Federal del Trabajo).
  • El apoyo, por parte del resto de miembros de su Núcleo, para llevar a cabo tareas de agitación y propaganda, o con cualquier otra cuestión logística que se necesite para el trabajo político en el centro de trabajo.

20. Es preciso que los militantes inicien la organización desde las formas más básicas (gremialistas, economicistas) para después pasar a las más elevadas (sindicatos). En un inicio, no buscamos que los jóvenes obreros organizados se vuelvan militantes de la Juventud Comunista, lo que buscamos son activistas en los centros de trabajo, jóvenes sindicalistas que asuman la necesidad de la defensa de sus intereses de clase.

21. Para el próximo periodo, la nueva Dirección Nacional de la Juventud Comunista deberá robustecer la Comisión del Consejo Central para impulsar, por lo menos una vez al año, escuelas, talleres y demás encuentros políticos donde no sólo asista nuestra militancia, sino cualquier otro joven trabajador que esté dispuesto a organizarse. La Comisión del Consejo Central de nuestra organización deberá buscar mecanismos para estar en comunicación y coordinación con la CSUM.

22. Se deberá agitar y organizar de manera constante y metódica a la juventud que trabaja en el sector de servicios (restaurantes de cadenas de comida rápida, meseros, etc.) y a la que trabaja por medio de aplicaciones digitales (Rappi, UberEats, etc.). Cabe mencionar que los trabajadores de este sector están sumamente precarizados, sumidos en la inestabilidad laboral, en la informalidad, en trabajos temporales, con pocas expectativas de vida, etc.

23. Se deberá agitar y organizar de manera constante y metódica a los jóvenes que trabajan como profesores, así como al resto del personal académico de las escuelas y universidades privadas; además, se deberá impulsar la organización de un Sindicato de Profesores de Escuelas Privadas con cobertura nacional.

Juventud estudiantil.

24. Desde hace varias décadas, los estudiantes en México se enfrentan al grave problema de la dispersión política y organizativa. En gran parte de las instituciones educativas de la mayoría de los Estados de la República Mexicana no existe ninguna forma de organización estudiantil, principalmente en el nivel Medio Superior y en los tecnológicos. En algunas ciudades aún sobreviven viejas federaciones o sociedades de alumnos, las cuales son residuos del corporativismo priista ligados a la política burguesa de cada región. Lo que se conoce como el “movimiento estudiantil” es el rompecabezas que forman decenas de colectivos político-estudiantiles, generalmente concentrados en la Ciudad de México: grupos trotskistas, feministas, anarquistas, oportunistas y un sinfín de sectas que predominan en nuestro país. La participación política de las masas estudiantiles (no sólo de sus sectores politizados) ha respondido con un carácter de resistencia, desorganización y espontaneidad a coyunturas políticas o a luchas locales.

25. Para superar esta situación es necesario crear una Organización Nacional de Estudiantes con una estructura sólida y permanente, con una política clasista que defienda realmente los intereses de los estudiantes pertenecientes a la clase obrera y los sectores populares, y donde los estudiantes se adhieran sin importar las siglas y la ubicación geográfica de su centro de estudio. Frente a este horizonte estratégico, debemos discutir y determinar en lo inmediato los primeros pasos que daremos en esa dirección, así como los ejes políticos y organizativos que nos guiarán en ese camino.

26. El eje central de nuestra intervención deberá ser la disputa entre los intereses de los monopolios y los intereses del pueblo trabajador respecto a quién debe responder la educación. Es claro para los comunistas que, en una sociedad capitalista es inherente que la educación responda a los intereses de la clase dominante, y que por lo tanto es necesario acabar con esa dominación para que la educación sirva a los intereses del proletariado. Ahora bien, nuestra intervención de masas no puede girar en torno a repetir hasta el cansancio nuestra política, sino en lograr que la lucha estudiantil se conduzca hasta sus últimas consecuencias. Esto no cancela nuestras labores político-ideológicas, pero sí delimita los ámbitos de cada una. La comprensión de la necesidad de una transformación revolucionaria de la sociedad para el surgimiento de una nueva educación, así como para la aplicación de la investigación, conocimientos científicos y tecnológicos para mejorar y solucionar los problemas de la vida de la clase obrera, es nuestro punto de llegada y no el punto de partida del trabajo de masas con los estudiantes.

27. En lo concreto, debemos impulsar el derecho a que todo joven proletario pueda acceder y concluir de inicio a fin sus estudios con todos los recursos necesarios (transporte, seguro médico, buena alimentación, libros, laboratorios, etc.). Toda medida impulsada por el gobierno y los capitalistas que vaya en una dirección contraria debe ser denunciada y combatida por la Organización Nacional de Estudiantes que buscamos construir. Esto implica que no se trata de impulsar un movimiento estudiantil “de izquierda”, “anticapitalista” o “revolucionario”, sino un movimiento estudiantil masivo, clasista, con proclamas que movilicen a las masas para lograr el objetivo de obtener una educación para todos los jóvenes proletarios.

28. Debemos cuidarnos de los posicionamientos erróneos que parten de la postura ideológica del estudiante y no desde su posición material y objetiva. Asimismo, debemos cuidarnos para no quedarnos en el terreno de la reforma, es decir, el de las demandas económicas más inmediatas. Uno de los problemas del movimiento estudiantil dirigido por el oportunismo es que, en su afán de llegar a las masas, plantea una lista de demandas separadas entre sí, que en momentos específicos de la lucha de clases pueden ser resueltas parcialmente por el capitalismo. Las demandas que impulsemos deben estar interconectadas entre sí en un proyecto general, que permita organizar y lograr pequeñas victorias, pero que al mismo tiempo muestre que la solución cabal de los problemas requiere de una transformación revolucionaria de la sociedad.

29. Debemos hacer visible la contradicción de intereses respecto a la educación: si responde a la burguesía o al proletariado, mediante la contraposición de dos proyectos educativos, cada uno respondiendo a una clase. Este proyecto de educación debe ser lo suficientemente amplio para cubrir todas las necesidades y problemáticas locales, así como para impulsar al movimiento estudiantil nacional. Además de ello, debe abarcar los 3 sectores de la educación Media Superior y Superior que analizamos en nuestro primer Congreso: Universidades Públicas, Normalismo, Educación Técnica y Politécnica.

30. Los puntos esenciales que deben guiar (mas no ser usados como receta) el proyecto de Organización Nacional de Estudiantes son los siguientes:

  • Educación pública y gratuita. Significa que el Estado debe ser el responsable TOTAL de TODA la educación, asegurando a cualquier estudiante las posibilidades de estudiar, brindando las necesidades materiales básicas: cuotas, materiales, alimentación, transporte. Asimismo, el Estado debe garantizar: que la juventud trabajadora cuente con horarios de estudio adecuados que le permitan llevar a cabo su correcto desarrollo académico y laboral, el aumento de la matrícula escolar, la lucha contra la privatización de la educación (hasta ahora nadie se ha atrevido a luchar contra ella), etc.
  • Educación científica e integral. Implica que la educación debe basarse en el desarrollo de la ciencia, contra cualquier tipo de oscurantismo (religión); pero además, debe incluir todos los elementos que permitan el desarrollo del hombre y la mujer nueva: deporte, arte, recreación, cultura, etc. También, implica que puede conectarse con la educación Politécnica, en el sentido amplio; es decir, en contra de la especialización extrema.
  • Educación apta para el desarrollo educativo. Incluye: la conservación, ampliación y mejoramiento de la infraestructura de los centros de estudio; el aumento del presupuesto; el desarrollo de la tecnología para desarrollar el trabajo, así como asegurar las adecuadas condiciones pedagógicas y materiales para los actores educativos.
  • Educación al servicio del pueblo trabajador. Significa que el enfoque de la educación debe ser el resolver los problemas de la mayoría de la sociedad, es decir, del pueblo trabajador; y a su vez, que sea ese sector el que nutra la educación.
  • Educación ligada al trabajo. Incluye cuestiones como el pago justo del servicio social y prácticas; asegurar un puesto de trabajo al salir de la escuela; etc.

31. Estos puntos sintetizan nuestra propuesta de lo que debe ser el proyecto que dirija al movimiento estudiantil en nuestro país, y particularmente a su Organización Nacional de Estudiantes. Lo anterior no quiere decir que debamos enfocarnos en imponer o en conseguir mediante artilugios que todo el movimiento se subordine a esta política, como lo intentó hacer la Coordinadora Nacional de Estudiantes (CNE), significa que debemos colocarlo en el debate público para lograr que convenza a la masa estudiantil acerca de su justeza. Para este motivo debemos empezar retomando alguna de las demandas específicas de algún centro de estudio, mostrando la necesidad de ampliar esas demandas por esta propuesta integral.

32. No existe un procedimiento mecánico para lograr la construcción de una Organización Nacional de Estudiantes, nos corresponde a nosotros, como la vanguardia de la juventud obrera, trazar la ruta para lograr dicha organización. Entendiendo que el desarrollo político en cada centro de estudio es distinto, deberemos ser cuidadosos con la táctica que usemos para comenzar a aglutinar estudiantes en un trabajo amplio, sobre todo si involucra trabajo conjunto con alguna organización de masas u organización política presente en el centro de estudio donde nos encontremos.

33. Es posible llegar a este resultado desde diferentes formas:

  • Coordinándonos con otras organizaciones o colectivos estudiantiles que coincidan con la necesidad de una organización estudiantil nacional.
  • Creando organizaciones desde la nada, sobre todo en centros de estudio sin ninguna tradición organizativa o política.
  • Obteniendo la correlación de fuerzas en organizaciones estudiantiles existentes e ir moldeando y transformando su dinámica.
  • Convirtiendo la lucha estudiantil de un periodo de algidez como un paro o asamblea, en una estructura de masas, mediante la concentración de los estudiantes en torno a una dirección específica.

34. El primer paso que debemos lograr en cada centro de estudio es conseguir la constitución de organizaciones de estudiantes de base, que cumplan con los siguientes criterios: cuenten con una política clasista, sean de base, tengan trabajo permanente y estructura estable. El segundo paso que podemos avisorar es que, una vez que sean creadas y sean funcionales las organizaciones estudiantiles de base; y una vez que tengamos una buena correlación de fuerzas en los centros de estudio más importantes del centro del país (UNAM, IPN, UAM, etc.), corresponderá lanzar una convocatoria para formar un organismo estudiantil de carácter nacional. Es importante que los camaradas no se queden con la idea de que las organizaciones de estudiantes de base deben ser muy grandes para iniciar el trabajo de masas, con 10 o 20 estudiantes pueden iniciar, lo importante es que tengan una estructura y una política concisa, además del estudio de los documentos institucionales de los centros de estudio, ya que ello permitirá a los participantes trazar ejes de acción concretos y realistas, sujetos a objetivos periódicos.

35. Existen otras demandas que son parte del movimiento estudiantil, y que la Organización Nacional de Estudiantes debe plantearse conseguir:

  • Rechazo a los exámenes de admisión para el ingreso a las instituciones educativas.
  • Rechazo a todo tipo de cobro, cuota o trámite que imposibilite que un joven pueda estudiar.
  • Aumento del presupuesto federal destinado a la educación, exigiendo el recorte al presupuesto que se otorga a cuerpos represivos como la Guardia Nacional, el Ejército, etc.
  • Creación de Casas del Estudiante para que los estudiantes foráneos puedan habitarlas, teniendo como referencia los internados de las Normales Rurales donde existen también comedores estudiantiles.
  • Emprender una crítica y una campaña en contra de la educación privada y la mercantilización de la educación, la cual es llevada a cabo tanto por instituciones de gran prestigio (Tecnológico de Monterrey, Universidad Panamericana, Universidad La Salle, etc.) donde asisten hijos de poderosos empresarios, como por los centros de estudio “patito”, es decir, escuelas que en muchos casos no tienen Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) y que saquean los bolsillos de los estudiantes mediante diversos artilugios.

36. La disputa entre partidos y grupos de poder burgueses por el control de las universidades se cubre bajo el manto ideológico de la “democracia universitaria”, la “libertad de catedra” y la “reforma universitaria”. Respecto a ese debate nuestra posición se basa en tres ejes:

  1. Bajo las condiciones materiales que impone el capitalismo, es imposible que pueda desarrollarse una democracia real en las Universidades, donde estudiantes y trabajadores universitarios sean quienes tomen las decisiones determinantes en el curso de las Universidades. Es un error encerrar la lucha estudiantil dentro de los marcos de la lucha por la “democracia universitaria” o la “libertad de catedra”:
  2. Como parte del proceso general de lucha de la clase obrera, estamos a favor de luchar por ampliar y profundizar la participación de estudiantes, profesores y trabajadores en la toma de decisiones universitarias. Los mecanismos e instrumentos dependerán de cada situación concreta.
  3. Solamente la existencia de una organización estable y la continuidad en la lucha y movilización de estudiantes, profesores y trabajadores, desde una posición clasista, asegurarán una mayor democracia en la toma de decisiones en las escuelas.

37. La participación en los órganos colegiados de las universidades (consejos académicos, universitarios, etc.) dependerá de la situación concreta de cada centro de estudios y se basará en los principios leninistas de la participación de los comunistas en las elecciones y el parlamento. Estos espacios deben utilizarse como tribunas del pueblo, como una herramienta secundaria que apoye la movilización, organización y lucha estudiantil, como un espacio para conocer, denunciar y chocar contra las posiciones de la burguesía dentro de las universidades. Pero también, deben combatirse la ilusión de que es posible un cambio sustancial de las Universidades a partir de esos mismos órganos.

38. El movimiento estudiantil se sustenta teóricamente en los nuevos sujetos sociales, lo que va en detrimento del rol que tiene la clase obrera como clase revolucionaria; la cual, se afirma, ha dejado de ser el actor principal y que ahora el movimiento debe ser encabezado por la “sociedad civil”, entre la que se encuentran los estudiantes asumidos como categoría que engloba una transversalidad de clases sociales.

39. La relevancia de reflexionar sobre esto es que, aunque asumimos el principio de la clase obrera como clase revolucionaria y principal sector en el que se debe centrar nuestra actividad política, en la práctica, el trabajo del FJC se ha concentrado en las universidades públicas que forman a los alumnos en una licenciatura o posgrados. En las últimas décadas, la composición de clase de estas universidades está marcada por la franja de la sociedad que se encuentra en proceso de proletarización y que aún tiene el poder adquisitivo para pagar cuotas, transporte, vivienda y materiales de estudio que les permitan realizar sus estudios. La composición de hijos directos de la clase obrera en este tipo de universidades ha venido disminuyendo cada vez más, y es entonces cuando surge la pregunta: ¿en dónde estudian los hijos de la clase obrera? En un gran abanico de centros de estudio privados y públicos que incluyen pago obligatorio de cuotas: bachillerato abierto, bachilleratos técnicos (CONALEP, CETIS, CBETIS), escuelas privadas con horarios flexibles; o bien, preparándose en alguna escuela para aprender un oficio: escuela de mecánica automotriz, escuela de belleza, etc.

40. Por todo lo anterior, es preciso que seamos sumamente críticos de tener una concepción idílica del “movimiento estudiantil” que nace en las aulas para luego desbordar las calles con consignas políticas. Por lo tanto, el FJC debe dedicarse a organizar y dirigir a los estudiantes hijos de la clase obrera que asistan a estos centros de estudio. Dicha juventud no rebasa, en ocasiones, más de 3 años de preparación, pues una vez que han adquirido los conocimientos técnicos básicos abandonan los estudios y hacen lo posible por emplearse en un local de corte de cabello, en un taller automotriz, etc.; o en conseguir un empleo en un almacén, como operador de una máquina, de cocinero en alguna cadena de comida rápida, o de repartidor de comida utilizando alguna aplicación digital como UberEats, Rappi, etc. El trabajo político con estos jóvenes debe conectarse con el trabajo barrial, donde conviven con otros trabajadores precarios, con familias y vecinos que son miembros de la clase obrera.

41. Es indispensable recordar que la categoría “estudiante” tiene una base socio clasista; es decir, el estudiante está atravesado por su condición de clase, por lo tanto, hay estudiantes miembros de la burguesía, estudiantes en proceso de proletarización y estudiantes totalmente proletarios. A los comunistas nos corresponde organizar y dirigir a los estudiantes en todos los centros de estudio, sean estos públicos o privados, sean estos de nivel Medio Superior o Superior. ¿Cómo vamos a organizarlos? A partir de consignas que reflejen sus intereses de clase, por ejemplo: en las universidades se deberá luchar para que todo estudiante tenga garantizado su acceso al estudio (eliminación de los examenes de admisión, comedores estudiantiles, casa del estudiante, transporte gratuito o con descuento universal, etc.). En los centros de estudio técnico politécnico, se deberá luchar por la eliminación de todo tipo de cuotas y pagos, así como pugnar para que los hijos de los trabajadores tengan una vinculación directa al trabajo. A esa juventud se le debe encauzar y dotar con mayor velocidad de elementos de organización sindical.

42. Queda como una tarea por realizar en nuestra organización el estudio más profundo de las características que tuvo la educación, la ciencia y la tecnología en el socialismo-comunismo. Hace falta demostrar los avances y beneficios de la educación socialista en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en Cuba y otros Estados que han emprendido la construcción del socialismo-comunismo. En la medida en que avancemos en esto, el horizonte de lucha que podamos plantearle al estudiante proletario será mayor.

Sectores populares.

43. El trabajo de los jóvenes comunistas debe dirigirse también hacia los barrios, ahí donde el proletariado duerme después de ir a laborar, donde habitan los jóvenes sin acceso a la educación rodeados de un entorno de miseria, drogas y delincuencia. En este medio lleno de dificultades y problemas para la vida de la clase obrera y los sectores populares es donde consideramos que se puede desarrollar un trabajo amplio entre las masas. Las condiciones materiales en los barrios populares acumulan muchos problemas, que se engloban en: falta de servicios e infraestructura.

44. La falta de agua potable. Los hacinamientos en los hogares de los barrios, provocados por la falta de vivienda, hacen que dentro de una casa habite más de una familia, lo que deriva en que una toma de agua sea utilizada por muchas personas. La creación de campos de golf, zonas residenciales u otras construcciones similares acaparan una gran cantidad de agua, dejando a los barrios sin este recurso. Hay municipios que adeudan grandes cantidades de dinero a la Comisión Federal de Electricidad, por lo que no les bombean el agua; asimismo, algunos municipios no arreglan fugas o taponamientos, lo que ocasiona que el agua sea desperdiciada. Por lo anterior, la organización barrial debe presionar para obligar a los municipios a que garanticen el correcto abastecimiento del vital líquido.

45. Deficiente transporte público. El crecimiento desordenado en las urbes y la periferia, y el hecho de que el transporte público sea gestionado y dirigido por empresas privadas que tienen concesiones por parte del gobierno (pulpo camionero), deriva en que la movilidad de los trabajadores sea un martirio, por cuestiones como la modificación inoportuna de los horarios, el hacinamiento de las unidades de transporte, el aumento del costo del pasaje, etc. Salvo en contadas ciudades del país, como la Ciudad de México o Puebla, el resto de las ciudades tienen un servicio público deplorable. En años anteriores, la militancia ha impulsado campañas y luchas concretas para que se respete el descuento a los costos del transporte para los adultos mayores, discapacitados y estudiantes; estas demandas han tenido una gran receptividad y respaldo de las masas.

46. Pavimentación. A pesar de que los municipios del país cuentan con presupuesto para llevar a cabo pavimentaciones o rehabilitación de calles, en los asentamientos urbanos es común ver la existencia de muchas calles sin pavimentar. La población se queja de que las autoridades malversan fondos que deberían destinarse para ese fin. Es común que, aun existiendo calles sin pavimentar, en los registros de obras públicas se encuentren registradas como pavimentadas. Sabemos cómo en la medida en que los habitantes de una calle o colonia estén organizados, pueden presionar al gobierno para que la pavimentación de una calle se lleve a cabo en poco tiempo.

47. Drenaje. Muchas de las colonias populares fueron hechas en zonas irregulares, montes o cerros donde las pendientes son muy inclinadas, por lo que la introducción del drenaje es muy compleja. Además, en el país existe una gran carencia de plantas tratadoras de aguas residuales, por lo que es común que lo drenajes se viertan en ríos, playas, lagunas, etc. Es costumbre que en cada campaña electoral los candidatos expresen su preocupación respecto al deterioro de la infraestructura pública de los servicios básicos para ganar adeptos, pero nunca llevan a cabo las obras públicas que prometen.

48. Alumbrado público. Los municipios realizan poca inversión pública en este servicio. Muchas colonias no tienen alumbrado o el que tienen está descompuesto; esto propicia las condiciones para que ocurran robos, secuestros o cualquier otra actividad criminal.

49. Espacios de recreación. Generalmente, las zonas habitacionales creadas con recursos públicos cuentan con canchas o parques para el disfrute de la población, pero en las colonias creadas mediante la ocupación de terrenos y el crecimiento desordenado de las ciudades, es común que la juventud no cuente con espacios donde pueda recrearse y con ello pueda alejarse de actividades nocivas como el consumo de drogas o la participación en actividades delictivas. Es muy notable cómo los jóvenes que practican actividades recreativas o deportivas se forjan como personas más saludables y adquieren el ánimo para participar en la defensa y preservación de los espacios de recreación, así como para organizarse y luchar por mejorarlos.

La importancia de la recreación ya sea mediante el arte o el deporte, radica en que en ella los jóvenes tienen la posibilidad de desplegar y fortalecer sus potencialidades humanas (físicas, intelectuales, creativas, etc.). Sin embargo, en la actualidad este derecho le sigue siendo negado a la juventud trabajadora, y únicamente le es garantizado a la juventud burguesa. Rechazamos la idea de que el arte y el deporte se encuentren por encima de las clases; los comunistas asumimos la tarea de imprimirles el sello revolucionario de nuestra clase y de poner uno y otro a su servicio.

50. La seguridad. Este tema es delicado y latente en los barrios. El crimen organizado trabaja y se coordina con los cuerpos represivos del Estado, como la policía o el Ejército, por lo que en muchos barrios no existe confianza alguna en la seguridad pública. En muchas colonias, los habitantes buscan alternativas para brindarse seguridad de forma autónoma mediante la colocación de cámaras o alarmas de seguridad, o la creación de grupos de WhatsApp para alertarse entre vecinos. Al ser la inseguridad un problema complejo que requiere de un grado superior de organización para su solución, en un primer momento sería inoportuno intervenir en uno de los problemas sociales más difíciles del país.

51. Algunas formas de realizar trabajo en los barrios populares:

  • La creación de “casas culturales del pueblo” para instruir a jóvenes mediante la realización de talleres culturales; para el aprendizaje de un oficio; de regularización escolar, etc. En cualquier sitio hay gente que sabe algún arte u oficio, por lo que promover y convencer que dichas personas den talleres en los barrios puede servir para acercar a más gente a organizarse y apoyar la organización barrial. Esta acción se puede utilizar como herramienta para organizar a la comisión de cultura de un barrio y a jóvenes alrededor de los talleres.
  • Impulsar los campamentos en los barrios, con el objetivo de atraer a la juventud de los alrededores a actividades recreativas y de fácil acceso, además de convertirse en un espacio de recreación en el cual poder intercambiar experiencias y aprendizaje político.
  • La fundación de ligas deportivas juveniles de futbol, basquetbol, etc.
  • La formación de Asambleas Vecinales para discutir los problemas de los barrios populares. Las asambleas son ejercicios de participación ciudadana donde, además de plantearse los problemas ante la comunidad, deben buscarse y lograrse sus soluciones. En ellas, se debe escoger una mesa directiva, un responsable de actas, un responsable de caja de ahorro, etc. Estas asambleas sirven para involucrar a las personas en cuestiones políticas de la vida pública; son básicamente ejercicios deliberativos y ejecutivos.

52. En síntesis: todos los males del capitalismo se cristalizan de manera sustancial en los barrios; no obstante, también es en los barrios donde se puede sembrar la conciencia proletaria y desarrollar la organización de personas que busquen salir de la miseria a las que el capitalismo las ha obligado a vivir.

 

Mujer proletaria.

53. En la actualidad, este frente de lucha no tiene un buen desarrollo por parte de la militancia del FJC, por lo que únicamente podemos mencionar los siguientes elementos del escenario al que nos enfrentamos: el feminismo pequeñoburgués es impulsado por mujeres en lo individual o mediante pequeños colectivos de universitarias. El feminismo en las universidades ha tenido el papel de diluir el movimiento estudiantil y de convertirlo en un tribunal para la denuncia de hombres que han incurrido en prácticas machistas o misóginas. Debido a lo anterior, el movimiento estudiantil ha quedado atrapado y subordinado a las prácticas del escrache[3] y la denuncia por redes sociales, sin que haya un desenvolvimiento hacia una dirección específica que permita solucionar estos problemas en busca de mejorar los espacios organizativos.

54. Este tipo de práctica se extiende fuera de las organizaciones estudiantiles hasta llegar a penetrar en diversos organismos institucionales, como consejos universitarios o centros de investigación en donde académicas desarrollan investigaciones y análisis, bajo una postura feminista, que les permitan justificar, entre otras cosas, la distinción de intereses de mujeres y hombres en abstracto, es decir, lejos de un análisis materialista de la realidad.

55. El papel colaboracionista del feminismo con las autoridades universitarias, y en ocasiones incluso ligado con partidos políticos.

En este apartado hemos pedido a la Comisión de la Mujer del C.C. del PCM que nos brinde elementos respecto a de qué manera podemos, desde la Juventud Comunista, contribuir al trabajo político y organizativo en este frente de intervención.

 

Normalismo Rural

 

Orígenes del Normalismo Rural

56. Las Normales Rurales son un tipo de escuela que surgió a partir de la Revolución Mexicana, con el objetivo de formar como docentes a los hijos e hijas de los campesinos, de los indígenas y de los sectores más empobrecidos, para que ejercieran su labor en las zonas rurales del país. Un principio de este modelo es el aseguramiento de las condiciones de vida de los normalistas rurales, mediante una beca de manutención, el internado y los comedores gratuitos para los estudiantes. El internado y la beca han tenido un papel fundamental, tanto para asegurar en la práctica el derecho a la educación como para la solidez organizativa de los estudiantes.

57. En 1935, bajo la influencia del trabajo campesino del PCM (Sección de la Internacional Comunista) y bajo la política del Frente Popular, se fundó la FECSM. Su objetivo principal era organizar a todos los estudiantes de las Normales Rurales para defender su modelo educativo y los derechos del pueblo. Desde su fundación, ha defendido al marxismo-leninismo como su guía ideológica y se ha organizado bajo los principios del centralismo democrático. Hoy en día, la FECSM es la organización estudiantil más longeva en México.

58. La FECSM, como parte de la Confederación de la Juventud Mexicana, formó parte de la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD) desde 1947, de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE) y de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE). Durante décadas, también fue una de las principales organizadoras del Comité Nacional Preparatorio para el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, al que siempre asistió, al menos durante la década de los años cincuenta y sesenta. De hecho, uno de los secretarios generales de la FECSM, Manuel Ortega Cervantes, llegó a ser vicepresidente de la FMJD. Desde 1965, la FECSM fue columna vertebral, junto con la juventud del Partido Comunista Mexicano, de la formación de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), la cual ha sido la mayor experiencia organizativa de los estudiantes en nuestro país. Su solidaridad de clase los llevó solidarizarse plenamente con el movimiento estudiantil de 1968.

59. Por las filas de las Normales Rurales y la FECSM han pasado revolucionarios y comunistas de gran relevancia en nuestro país, como los comandantes Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, y el líder magisterial Othón Salazar. En su momento de mayor fuerza, la FECSM logró agrupar a más de 15 mil estudiantes de las 35 normales rurales que existieron en México. Sin embargo, su compromiso con las causas populares y su espíritu de lucha condujeron a que los gobiernos “antiimperialistas” de Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez (ambos agentes de la CIA) ilegalizaran a la FECSM durante varios años. No obstante, ni la clandestinidad ni la desaparición de muchos de sus miembros lograron doblegar a la Federación.

60. En los últimos 30 años, la FECSM ha sido uno de los pilares fundamentales en la defensa de la educación pública en México, y se ha posicionado siempre en solidaridad con las luchas populares. Por esa razón, hay una campaña permanente del Estado mexicano (independientemente del gobierno en turno) para minar y desaparecer a la FECSM y el Normalismo Rural. En 2003 se cerró, después de una represión salvaje contra los normalistas, el internado de la Normal Rural de Mactumactzá en Chiapas. Cinco años después, el gobierno de Felipe Calderón cerró la Normal Rural de El Mexe, en el Estado de Hidalgo, que por décadas acogió a la dirección nacional de la FECSM. En 2012, la Policía Estatal y Federal, junto a civiles armados, asesinaron a dos compañeros de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, durante una protesta por el aumento de la matrícula. El mayor golpe que ha recibido en su historia la FECSM fue la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa durante la triste madrugada del 26 de septiembre de 2014, con la complicidad y participación directa del Ejército Mexicano y los 3 niveles de la policía. En estos momentos, cumplen 80 meses en calidad de desaparecidos, y sin ningún temor seguiremos señalando: ¡FUE EL ESTADO!

61. Actualmente, la FECSM agrupa a más de 7 mil estudiantes de las 16 normales rurales que hay en el país. Los estudiantes reciben una beca diaria de aproximadamente 2 dólares, que equivale a una tercera parte del salario mínimo. Cada año, los normalistas rurales se enfrentan a la reducción del presupuesto destinado a las normales rurales, y sólo es mediante la lucha y la protesta como logran mantener su modelo educativo. Desde hace décadas, el plan estatal es acabar con el Normalismo Rural y la FECSM mediante la represión brutal de los estudiantes y la reducción del presupuesto. Además, en últimas fechas, el gobierno de AMLO ha declarado su intención de otorgar becas de manutención directamente a los estudiantes; con ello, busca destruir la organización estudiantil, los consejos de estudiantes que administran los recursos y los internados. Todo lo anterior, lo lleva a cabo con la idea de impulsar un “nuevo normalismo”; es decir, busca debilitar y desactivar organizativamente a la FECSM.

62. En los últimos años, el número de militantes de nuestra organización que llevan a cabo labores de relacionamiento con la FECSM es muy reducido e insuficiente, dado que las actividades a las que los normalistas nos invitan conllevan constancia y seriedad para atender las relaciones políticas. Una labor que debe ser sistematizada, atendida y dirigida por la Dirección Nacional de la Juventud Comunista es la participación de la militancia en actividades políticas con la FECSM, como la creación de murales, la conmemoración de las fundaciones de las Normales, el reparto del periódico “El Machete” en las 16 Normales Rurales que hay en el país, etc.

63. Tareas a realizar con los compañeros de la FECSM:

  • Seguir invitándolos a formar parte de la FMJD. Reiterarles importancia política de su participación dentro de este organismo internacional: por ejemplo, la cobertura internacional de sus actividades, demandas y problemáticas, la solidaridad cuando sean agredidos, etc.
  • Debatir y desarrollar temas ideológicos y políticos, como: ¿cuáles fueron las causas de la derrota del socialismo-comunismo?, ¿Qué ha pasado con los procesos de lucha en América Latina (Nicaragua, El Salvador, etc.)?

Las consignas y la formación política-ideológica se ha debilitado en las normales rurales, y ha quedado rezagada ante los cambios políticos que han ocurrido en el mundo en los últimos años. Por ejemplo, sus consignas en las marchas refieren a una situación política de hace 30 años. No han profundizado en el análisis certero y actual del mundo respecto al desarrollo del imperialismo, del progresismo en América Latina, de las disputas interimperialistas, etc. Por lo anterior, la Juventud Comunista deberá proponerles la realización de actividades conjuntas, como escuelas, talleres y charlas que nos permitan acercarnos, y que de esa forma ellos nos vean como una organización que les puede ayudar a fortalecer su formación ideológica.

  • Invitarlos a nuestros campamentos y demás actividades amplias para que nos compartan sus experiencias de lucha en la calle y en el choque, así como las relacionadas con su trabajo comunitario, etc.
  • Emprender un trabajo comunitario con las personas, familias y comunidades que están alrededor de las Normales Rurales. Es sabido que estas comunidades les tienen un gran aprecio y respeto a los normalistas.
  • En cada región o Estado de la República en donde haya una Normal Rural y un Núcleo del FJC se deberá establecer una relación bilateral que consista en llevarles el periódico de la organización e invitarlos a nuestras actividades políticas como campamentos, escuelas de formación, etc. A su vez, ellos estarán invitándonos a sus actividades conmemorativas: 2 de Octubre, natalicio de Karl Marx, aniversario de la fundación de sus escuelas, etc.

64. El reclutamiento de normalistas rurales hacia el FJC debe hacerse con cuidado. El estatuto de la FECSM les impide tener doble militancia, por lo tanto, mientras sean estudiantes no pueden militar con nosotros; no obstante, después de culminar sus estudios podrán pertenecer al FJC.

65. En el ámbito sindical, el FJC debe ser un puente para que un normalista rural obtenga una plaza de profesor y nosotros lo vinculemos con el trabajo sindical que lleve acabo la CSUM al interior del magisterio.

[1] Trabajo por subcontratación.

[2] ¡Jornada de lucha por la educación! (7 de octubre de 2019), oposición al Aumento al Transporte Público en Morelos y Estado de México (2018-2020), las elecciones por conquistar la Federación de Estudiantes en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (2014 y 2018), el Movimiento por la Ciencia [colocar fechas], citar las intervenciones con las masas que haya omitido…

[3]“Manifestación popular de protesta contra una persona, generalmente del ámbito de la política o de la administración, que se realiza frente a su domicilio o en algún lugar público al que deba concurrir”. (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.4 en línea]. <https://dle.rae.es> [consultado en 2021]).

 

Partido Comunista de Mexico

El Comunista