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Entrevista a la Liga de la Juventud Comunista (México) por el Centro Internacional del Movimiento Comunista Juvenil de Francia, para la Federación “Seine-Maritime” con base en Rouen.

 

 

1.- Para empezar, ¿Cual es la situación Política en México ahorita?

Para comenzar, nos parece importante señalar que en nuestro país el sistema económico que impera es el capitalismo plenamente desarrollado y en crisis, mismo que busca por todos los medios posibles explotar y oprimir cada vez más al pueblo mexicano. Partiendo de lo anterior, los partidos políticos que administran el Estado Mexicano (PRI, PAN, PRD) representan todos ellos a la clase burguesa e implementan políticas en interés de su clase. Políticas encaminadas a asegurar las ganancias de los capitalistas en medio de la crisis, transfiriendo los costos de la misma a los obreros y el pueblo oprimido.

Para ejemplificar lo anterior basta mirar las actuales condiciones de precariedad y zozobra en la que viven 50,6 millones de mexicanos, de una población total de 107 millones. La cifra anterior, indica que ésta parte de la población no cuenta con los ingresos suficientes para satisfacer necesidades cómo lo son la alimentación, salud, educación, vivienda y vestido. Sencillamente la crisis en la que se encuentran el actual sistema capitalista ataca ferozmente a clase obrera y demás sectores populares.

 

 

Un tema recurrente en los medios de comunicación internacionales y también muy presente en las preocupaciones de nuestro pueblo es el tema de la guerra por el mercado de la droga. Decenas de miles mueren cada año, sobre todo jóvenes sin oportunidad de inserción en el mundo laboral, por esta disputa. La cuestión de fondo es el capitalismo que ha alcanzado un alto grado de concentración y centralización, proceso que en el mercado ilegal no puede ser mediado por el Estado y lleva a un arreglo violento entre las diversas “empresas” que tratan de obtener control monopólico sobre las rutas internacionales de tráfico, plazas de venta al interior del país y la producción misma de estas mercancías. Este problema no puede encontrar solución sino agravamiento en los marcos del capitalismo.


Frente a los principales temas que afectan la vida de nuestro pueblo fracasan todas las iniciativas de los partidos burgueses. En nuestro país cualquier organización o partido de naturaleza militante o clasista encuentra obstáculos serios para realizar agitación desde alguna tribuna electoral. Los partidos con representación en el parlamento mantienen por ello pugnas sobre el terreno de las capas burguesas y sectores de los monopolios que representan en lo particular, sobre quien se llevará la mayor tajada de los mecanismos de acumulación que echa a andar el Estado. Ellos están de acuerdo en lo esencial que es asegurar la acumulación de ganancias para los monopolios y asegurar la dominación político-ideológica de la burguesía. Por ello hay un gran rechazo y repudio al sistema político de nuestro país, hecho que se refleja en que más de la mitad del padrón electoral se abstiene de participar de dicha farsa.


Estas condiciones han originado que el pueblo emprenda diversas luchas, las cuales en su mayoría, no encuentran una salida favorable. El Estado Mexicano ha desatado la represión en todos los niveles poniendo todo en contra de aquellos que nos opongamos directa o indirectamente al capital.


La clase obrera tiene dificultades para participar políticamente. Los sindicatos llevan bastantes décadas bajo un férreo y criminal control por parte del Estado y la patronal. Su partido fue tomado por asalto por liquidadores y no existió durante 3 décadas. Las luchas que se emprenden de manera masiva y espontánea recurrentemente en México no cuentan por ello con la participación organizada y consciente de la clase obrera, lo cual lleva a que cada enfrentamiento con la burguesía se salde con derrota, encarcelados, heridos, muertos y desaparecidos. Esto es el marco en el cual decidimos, tras varios años de preparación, reorganizar desde el 2010 el Partido Comunista de México y la Liga de la Juventud Comunista.


2.- ¿A menudo se enfrentan al imperialismo americano, y cuáles son las manifestaciones del mismo?

Antes que nada hay que aclarar que el imperialismo lo caracterizamos, siguiendo al profundo análisis de Lenin, como una etapa de desarrollo del capitalismo que tiene como rasgos principales: 1) La concentración y centralización del capital, los medios de producción y el mercado que da vida a los monopolios, 2) La fusión del capital industrial y bancario originando el capital financiero, 3) La predominancia de la exportación de capitales por encima de la exportación de mercancías, 4) La formación de asociaciones monopolistas internacionales, 5) El fenómeno del reparto del territorio y los mercados.


Con esta caracterización, cualquiera que lea suficientes datos económicos significativos del mercado de nuestro país se dará cuenta que tiene todos los rasgos para ser caracterizado como plenamente inserto en lazos imperialistas.


En este sentido plantear una barrera entre los monopolios, entre la burguesía americana y la mexicana es ficticia. Los monopolios que se formaron en México sobre la base de despojar y espoliar durante generaciones a todas las capas trabajadoras de México protegen mejor sus intereses con una alianza con el imperialismo americano que en alguna combinación contra el mismo. Más del 80% de las exportaciones totales de México tienen como destino a los EUA, de la misma manera que desde los EUA México obtiene el 74.8% de sus importaciones, y esto se relaciona directamente con la actividad de los monopolios pues de las 37 mil 500 empresas mexicanas que efectúan comercio exterior únicamente 400 generan más del 80 por ciento de las exportaciones.


Por ejemplo, se habla mucho de la dependencia alimentaria de México con relación a los EUA y el caso dramático del maíz. Aunque esto es realmente cierto no deja de ser irónico que el principal productor de harina de maíz en el mercado de EUA sea Grupo GRUMA (Maseca), capital monopolista que tiene su asiento en México. Así se puede pasar revista a más ramas.


Más aún, los grupos financieros que cotizan en la bolsa mexicana de valores presentan una fusión y entrelazamiento muy estrecho entre capitales de origen americano y aquellos con asiento en México.


El Tratado de Libre Comercio de América del Norte en esencia es una asociación monopolista internacional que asegura los intereses de los monopolios a ambos lados de la frontera. Si bien muchos industriales mexicanos fueron arruinados y desplazados por capítulos del tratado, las empresas mexicanas de capital intensivo; como minería y telecomunicaciones, han acumulado de manera exorbitante hasta dominar secciones del mercado y explotar obreros de todo el continente junto a sus socios americanos.


Entre otros muchos elementos, esto explica nuestra posición. Luchamos contra el ASPAN, contra las absurdas y ridículas trabas que los tratados internacionales imperialistas suponen para la utilización de los recursos y potencialidades de nuestro país, luchamos contra las bárbaras agresiones que desatan contra nuestro pueblo. Sin embargo, en nuestro país la lucha por una ruptura con los tratados pasa necesariamente por una ruptura con el capitalismo.


Otra vía para resolver el problema es impracticable. Hay quien insiste en una alianza con una imaginaria sección “nacional” de la burguesía para oponer dicha alianza a los monopolios. Insistimos en que una ruptura con los tratados monopolistas implicaría desfondar a la burguesía realmente existente y dominante. Por ello hemos recibido numerosas críticas de organizaciones que mantienen un análisis atrasado, en cambio hemos obtenido claridad para avanzar sin caer en confusiones o chantajes, esto ha redundado en la adhesión de un número cada vez más grande de jóvenes obreros y estudiantes.


3.- ¿Cual es la situación de la juventud, en cuanto a educación, estudio y trabajo?

Para los jóvenes en nuestro país (y en general para todos los jóvenes en el mundo), el capitalismo ha venido preparando un terreno totalmente adverso para nosotros, ya que día a día se ven reducidas drásticamente las posibilidades de estudiar o tener un trabajo digno, esto es si logramos tener acceso a alguno. Altas cuotas escolares para recibir una educación precaria, trabajos temporales para recibir contratos basura y salarios de miseria. Esas son las opciones que el capital nos ofrece.

Algunos datos que hablan de esto es el índice de desempleo de por sí alto que se duplica para el sector de la población de los 20 a los 30 años. El rechazo de alrededor del 95% de los aspirantes a las universidades públicas, etc.


4.- ¿Podría explicarnos sobre la lucha diaria de la LJC en su país?

La labor que desarrolla nuestra organización trata de inmiscuirse en todos los lugares dónde la juventud tiene presencia. Jóvenes trabajadores y desempleados, estudiantes de bachillerato y universidades, son con los que diariamente tenemos una labor, bien para tener sesiones de círculos de estudio de marxismo-leninismo, bien para hacer labor entre los demás jóvenes. Actualmente nuestra organización se encuentra en un trabajo de base, modesto pero militante. Nuestra organización en menos de un año de reorganización reporta avances significativos en nuestra presencia en las universidades públicas, ha realizado una gran campaña en contra de la reforma a la ley federal del trabajo y en defensa de la educación pública, coordinó iniciativas de marchas a escala nacional en remembranza del aniversario luctuoso del 2 de Octubre, etc.


5.- ¿Cuales son sus esperanzas para el futuro?

Llegar a nuestro primer Congreso Constitutivo, y posteriormente colocarnos en un nivel dónde nuestra organización sea una fuerza política lo suficientemente fuerte para comenzar a ponerle un alto a las embestidas del capital.


Además es de fundamental importancia nuestra colaboración con el PCM (Partido Comunista de México), para sentar las bases de un movimiento de masas que incluya no solamente a los jóvenes de extracción proletaria, sino un torrente netamente revolucionario que se eleve por encima de cualquiera movimiento de carácter puramente espontáneo de perspectivas inmediatas, para dar paso al frente antiimperialista, antimonopolista y anticapitalista en nuestro país.


Por la Liga de la Juventud Comunista


Omar Cota, Responsable del Consejo Central de la LJC

Diego Torres, Secretario de Relaciones Internacionales